Hemos visto en posts anteriores la importancia del enfoque. Para hacer un buen trabajo en cualquier área, aparte de tener un objetivo claro, es necesario cultivar la capacidad de enfocarte. Y quiero hacer énfasis en la palabra cultivar, o desarrollar, o crecer, o formar, porque la capacidad de enfoque es una habilidad que -como cualquier otra- se obtiene a base de práctica, repetición y ejercicio. No creas que podrás lograr ser una persona enfocada de un día para otro. Claro, sin duda ahora tienes cierta capacidad de enfoque para ciertas disciplinas, pero si quieres lograr grandes cosas debes mejorar esta capacidad.
Sólo puedes hacer una cosa a la vez.
Una gran cantidad de estudios demuestran fehacientemente que el cerebro humano puede concentrarse en un momento dado en UNA sola cosa. Cuando a veces parece que puedes hacer dos cosas a la vez, lo que sucede es que tu cerebro divide su tiempo, y ejecuta una pequeña cantidad de “procesamiento” y luego cambia de proceso, para dar la impresión de trabajar en paralelo. Este cambio de un proceso a otro requiere de ciertos recursos mentales, y tiempo. También puede ser que cultives una habilidad durante mucho tiempo hasta que se haga automática, como manejar, y ello permita a tu consciente no enfocarse en ello. Por ello la primera cosa que debes tener presente al estar enfocado es que sólo puedes hacer una cosa bien a la vez.
Haz de tus tareas un reto.
Siempre ten presente que para enfocarte debes estar interesado en la tarea que ejecutas. Nuestro cerebro tiende mucho a aburrirse si no se le ejercita, por ello las tareas en las que nos enfocamos deben ser siempre retadoras. Y cualquier actividad puede volverse en un reto, no importa cuan aburrida pueda parecer. Es aquí donde entra tu creatividad para volver retadoras tus actividades.
Toma descansos.
Tu cerebro no puede mantenerse enfocado indefinidamente. Normalmente se aconseja una hora, o media hora, de períodos de alta concentración. Por ello debes crear un mecanismo de descanso entre procesos de concentración. Es mejor si estos descansos conllevan una actividad física, como caminar por ejemplo. Esto ayudará a que te sientas menos agotado. Esto también aplica a tomar descansos prolongados cada cierto tiempo. Y un descanso no es hacer nada, es cambiar de actividad, darle a tu cerebro otro alimento. Por ello es que le llamamos “re-creación”. Tu cerebro, como tu cuerpo, necesita una dieta balanceada.
Elimina las distracciones lo más que puedas
Y finalmente las distracciones. El costo de una distracción es generalmente subestimado. Las distracciones matan el proceso de enfoque. Tanto así, que en la búsqueda de la habilidad de enfoque, el obstáculo más grande suelen ser las distracciones. De nuevo, tu cerebro siempre está buscando cosas nuevas, pero es importante que disciplines tu consciencia para que no admita esas pequeñas concentraciones. Una buena práctica es tener un papel cerca, para cuando llegue una potencial distracción, mejor la apuntas y vuelves a ella luego. Una de las mejores formas de lidiar con las distracciones es creando un ambiente propicio de trabajo. Generalmente un lugar limpio, sencillo y ordenado es más proclive a producir trabajo enfocado, que un lugar desordenado.
Para lograr los cuatro puntos anteriores, generalmente necesitarás de la ayuda o apoyo de las personas que te rodean. Ya sea que trabajes, estudies, o hagas lo que hagas, en una oficina, en una fábrica, en tu casa, en una cafetería, es importante que logres llegar a un acuerdo con las demás personas para evitar las interrupciones, al menos durante ciertos períodos de tiempo. Estas pequeñas cosas, estos hábitos que se pueden volver familiares o empresariales, hacen una gran diferencia en tu capacidad productiva, y en tu productividad. De modo, que pronto, a comenzar a cultivar tu habilidad de enfoque!
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