Una de las lecciones que más cuesta aprender para un buen programador es la siguiente: programar NO es lo más importante en el software. Un poco irónico, pero cierto. Para ser más específicos, hacer del software un negocio NO se hace programando. Claro, nos toca el orgullo, el karma, el ego. Nos gusta sentirnos esenciales en el proceso. Pero no, al final somos los peones de todo el camino. No nos estoy desprestigiando, somos peones de alto nivel, difíciles de conseguir, que podemos ser caros y lo demás…pero somos altamente reemplazables, y en rol de negocio NO jugamos un papel importante. Así como los cortadores de café no son claves en el negocio del café, o los cocineros en un restaurante de comida rápida poco tienen que decir ese negocio, o como los ingenieros químicos de comidas empacadas tienen poco que decir en su negocio. De nuevo son puestos CLAVES siempre y cuando EXISTA y FUNCIONE el negocio. Pero ellos, al igual que nosotros, no suelen influir desde el punto de vista de negocios.
El ejemplo del constructor
Hace ya algunos años lei por primera vez este texto. Quisiera poner la referencia del autor, pero no encontré quien lo pudo haber escrito, así que si alguien me dice a quién darle el crédito, con gusto se lo daremos 🙂 Aparte de lo gracioso en sí mismo, ahora que lo leo años después, desafortunadamente es muy acertado. Digo desafortunadamente, porque tenemos que cambiar la manare de hacer proyectos de software. Urgentemente. Nuevas metodologías, nuevas herramientas, nuevos paradigmas. Actualmente el proceso de hacer software es más complicado de lo que, en mi humilde opinión, debería ser. ¿Qué piensan?