En el otro lado de mi lago consentido.
La paz de la tormenta
Esperando la tormenta en el Pacífico guatemalteco. La tormenta vino. La tormenta se fue. La tormenta nos enseña que, si se la quiere encontrar, la tranquilidad habita en todos lados. Eso sí, la tranquilidad no es quietud, no es inmovilidad. La tranquilidad es dejar que las cosas pasen, aceptar el flujo impredecible y poderoso de aquello que no puedo cambiar. El resto, depende de vos.
Monterico
Puesta de Sol en Blanco Negro.
Huehuetenango
La antesala al Cielo…
Caminante no hay camino…
Se hace camino al andar!!
Dichoso el arbol
Dichoso el árbol que es apenas sensitivo, y más la dura piedra, pues esta ya no siente…
Pacaya, finca El Amate
Acampando en Finca El Amate, recomendado.