Hace algunos años se hizo popular el siguiente video, que muestra un problema muy recurrente a la hora de ejecutar proyectos, e ilustra el distanciamiento que áreas técnicas y de negocio pueden llegar a tener:
En software cualquier cosa se puede hacer. O casi cualquier cosa. La pregunta real no es sí una cosa puede hacerse o no, la pregunta real es si vale la pena hacerse. Esto cambia mucho el ángulo desde el cual se aborda el problema, ya que si suponemos que algo puede hacerse, dejamos de pensar en el cómo para enfocarnos más en el qué y sobre todo en el por qué.