Las metas no cumplidas crean culpa. Ponerse metas que no son “cumplibles” o realistas, es una eficiente manera de llenar la vida de culpas. Uno de los ingredientes más comunes de una vida frustrada y triste, son las culpas. La gente vive llena de culpas y de deseos insatisfechos. Por ahí Buda nos decía que la mejor manera de quitarse las culpas es quitarse los deseos -y por tanto las metas- porque de esa manera viviríamos felices sin culpas. Es una opción, pero no la comparto en mi vida – seguramente funciona para otros- cuando escojas un paradigma ese va a reinar en tu vida. Quiero satisfacer mis deseos, así que necesito otro paradigma.
Entonces, si las metas que nos ponemos no se pueden realizar, ya sea porque son muchas, y simplemente no hay tiempo, o porque la meta es en sí irrealizable (por ejemplo, si me propongo conocer Alfa Centauro, estoy frito…por ahora). Aunque una vida plena puede vivirse intentando llegar a una meta, no necesariamente llegando. Hay personas que viven, y vivieron, por un ideal, y aunque nunca lo alcanzaron, llenaron su vida en la búsqueda de ese ideal o meta. Como resumen tres puntos: 1. hay que analizar si tenemos muchas metas, y si es el caso, hay que tomar fuerzas, ordenar por prioridades y sacar las que no podremos hacer. Estoy quiere valor. 2. Dilucidar si una de nuestras metas es irrealizable. 3. Si una de nuestras metas es irrealizable, pero vale la pena vivir por ella, darnos cuenta de ello.
Pero ya me fui por las ramas. Mi punto es que me propuse escribir al menos una entrada corta cada día del mes (de modo que al final de Agosto tenga al menos 31 entradas) y ya voy atrasado…y ya me siento “culpable” de no haberlo hecho! Joder!! Ahh, me puse esa meta porque leí que los grandes escritores, científicos, músicos, etc. siempre tienen una cuota. Producen mucho, mucho, y de eso que producen una pequeña parte es lo realmente genial. Y uno de los bloqueos mentales que suelen suceder, es que la gente no escribe, ni compone, ni investiga, porque quieren hacer su primera obra perfecta, su primera melodía exquisita, en su primer intento inventar una nueva teoría de la relatividad. De modo que mi cuota ahora es una entrada diaria. Ya hablaré de las cuotas.