“A Year from Now You May Wish You Had Started Today”. No sé el autor de la frase, pero me la topé sin querer hoy, y me pegó por varios frentes. En medio del ruido y de la ansiedad de libertad que tenemos hoy, hay conceptos básicos que se mantienen: es necesario hacer algo, y es necesario hacerlo de manera constante. En mi trabajo tengo la oportunidad de escuchar muchas entrevistas para reclutar. Es una tarea un poco larga, a veces tediosa, pero de la cual disfruto mucho. Me gusta conocer cuáles son las expectativas, los sueños, los anhelos, de otras personas como yo, que tienen un plan, que desean hacer cosas grandes.
La gran mayoría de las personas que entrevisto tienen grandes metas y anhelos. Algunos no saben bien que quieren, pero saben más o menos a dónde dirigir el rumbo. Otros lo tienen súper claro (o al menos eso me comparten). El punto al que quiero llegar es que ellos, al igual que yo, y que muchos otros tienen grandes ideales. Si esto es así, ¿por qué hay tanta cosa de cabeza en el mundo? No me cabe pensar más que todas esas metas e ideales, esos sueños y anhelos, se quedan en eso: en sueños y anhelos.
No escapo de ser víctima de este mal en algunas áreas de la vida. Pero al leer esa frase, vuelvo a recordar que depende de mí. “A Year from Now You May Wish You Had Started Today”. ¿En un año me voy a felicitar, o me voy a culpar por la decisión que tome (o deje de tomar) hoy?