
Sabina en Tuxtla Guitierrez

San Agustín de Hipona. Pocas veces había meditado en la vida de este hombre, de este santo. Sabía que había tenido unos comienzos alejados de Dios y que luego se convirtió. Sabía que fue uno de los Pilares de la Iglesia en sus primeros tiempos. Había escuchado la parábola sobre la Trinidad en la que un niño intenta vaciar al mar en un pequeño hoyo de la playa con una concha, Agustín se le acerca y le pregunta ” ¿Qué haces?”, el niño le responde “intento vaciar al mar en este pequeño hoyo”. Agusín le hace saber lo imposible de su tarea y el niño, que era un angel, le responde “primero vaciaré yo el mar aquí que tu comprendas el Misterio de la Santísima Trinidad”. Pero poco más, como pasa como todos los santos uno los cree como personas extra humanas, con dones especiales que debían de ser santos porque sí.
Si bien San Agustín fue un genio en todos los sentidos de la palabra, su vida es un testimonio de cómo una persona con las mismas tendencias, pecados y disyuntivas que uno puede convertirse en un santo de este calibre.
Una gran parte de su vida la dedicó a combatir las herejías. No con armas sino con palabras de verdad. Un gran retórico, teólogo y filósofo, con una agudeza mental capaz de desbaratar cualquier pensamiento hereje. Pero lo de hereje suena a algo viejo, a algo de hace mucho tiempo. Papini en la biografía hace comparación de las herejías que combatió San Agustín (arrianos, pelagianos, donatismo, maniqueos…) con las herejías de hoy, y el parecido es asombroso.
Es la historia de como un hombre con insasiable deseos de verdad, de felicidad llega a dar con ella en la Iglesia. En mucho trató de explicar el valor de la Iglesia fundada por Cristo y como los pecados y barbaridades de sus integrantes no denigran la grandeza de la misión de la Iglesia. Y es asombroso como los mismos conceptos que Agustín expone, hace 1700 años, son igual de verdaderos hoy y como desde aquellos primeros tiempos de la Iglesia se creía en exactamente lo mismo que hoy.
Sin duda aconsejaría la lectura del libro a cualquiera, no importa la religión que profese. Abre también el horizonte de muchas cosas históricas que sucedían en la época y las costumbres que tenían. Mi idea era que los primeros cismas grandes de la Iglesia se dieron con Lutero y seguidores, pero al leer el libro uno se da cuenta que en los mismos comienzos de la Iglesia ya existían estas divisiones, con ideologías casi idénticas a las de hoy, con motivaciones realmente parecidas. Un año después de morir un ejército de arrianos destruyó la ciudad de la que fue obispo durante más de 40 años.
Papini hace alegorías muy buenas con nuestra cultura moderna y los escritos de Agustín. Por ejemplo, hay una cita que dice “Existimos, sabemos que existimos y amamos a nuestro ser y nuestro conocer. En estras tres cosas…no nos trba ninguna semejanza de falsedad, ya que no son como las que existen fuera de nosotros y que tocamos con algún sentido del cuerpo; pero sin ninguna imagen falaz de fantasías o de fantasmas, es para mí cosa certísima que existo, que conozco mi ser y le amo. Ante estas verdades, o tengo temor algno de los argumentos de los académicos que dicen: ¿y si te engañas? Pero si me engaño es que existo. Porque quien no existe no puede ni siquiera ser engañado y, por consiguiente, si soy engañado es que existo. Y puesto que yo quien me engaño ¿cómo puedo engañarme de que exista cuando es cierto qeu existo si me engaño?”. Inmediatamente despues de estas palabras de San Agustón Papini pone: “no les recuerda esto a las palabras de Descartes ‘cogito ergo sum’?”. Así pone varios casos en los cuales aparentes nuevas ideas, buenas o malas, no lo son ya que San Agustín las abordó en los inicios de nuestra Era.
Quisiera escribir más sobre esto, porque hay mucho de ello en el libro. Pero algunos pensamientos de Agustín como el siguiente son tan increíblemente iguales y válidos hoy: “[San A gustín]Busca la iluminación interna en el impulso del alma hacia Dios, pero insiste tanto sobre la potestad y necesidad de la Iglesia, que llega a decir que cree en el Evangelio porque lo manda la Iglesia, y no en la Iglesia porque está atestiguada en el Evangelio”. Palabras profundas en gran sentido. Todo el pensamiento de San Agustín es teocéntrico. Todo va dirigido a Dios, pero literalmente todo.
Papini habla mucho de la necesidad de extremos, porque los puntos medios son mediocridades. Por ejemplo “…para Agustín, como para todas las grandes mentes, no hay grises. Las soluciones medias son mediocres; pero si se dan los extremos, siempre que concurran todos, se llega a una síntesis, que no es compromiso, es superación.” Los extremos no son malos, siempre que estén todos, porque cuando sólo hay un extremo y las cosas tienden a él, las cosas están mal.
El libro, al tener muchos extractos de la obra de San Agustín, tiene citas por todos lados. Muchas lo dejan pensando a uno mucho. Dice en algún lado que Agustín cambia los paradigmas con cositas tan sencillas como la frase “¿vivimos una vida que muere, o una muerte que vive?”. Ahora me quedé picado y estaré buscando las dos más grandes obras de San Agustín: “Confesiones” y “Ciudad de Dios”.
Papini fue un ateo por mucho tiempo. Muchos de sus libros son duras críticas del cristianismo y de la Iglesia. Su obra literaria es una evolución en la que se puede ver el cambio de un ateo convencido a un cristiano fervoroso. Pero la manera en la que escribe es realmente agradable, rara vez aburre y hace al lector necesariamente reflexionar. Si encuentran el libro, léanlo.
Inicialmente iba a escribir un post por cada libro que leyera antes de leer el siguiente, pero las ganas de comenzar un nuevo libro me han ganado, de manera que tengo alguna cola de libros por comentar. Pero mejor comienzo antes de comenzar el siguiente.
La Montaña Mágica de Thomas Mann. ¿Qué les digo del libro? Es exquisita su lectura. Al comienzo no me pareció muy interesante y decidí terminarlo debido a que es uno de los libros que hay que leer. Y aunque hay partes del libro que son un poco engorrosas y espesas, hay partes en las que no quería dejar de leer. Es uno de esos libros en los cuales lo que llama la atención no es lo que se dice sino la forma en la que se dice. Por ejemplo, hay un capítulo completo de casi veinte páginas sobre el fonógrafo, en el cual se habla casi que exclusivamente de este aparato y lo maravilloso que es (bueno, no deja de ser interesante leer estas cosas que hace unos años eran nuevas y para nosotros parte de nuestra vida desde que nacimos).
El libro transcurre básicamente en un lugar, un hospital para personas con Tuberculosis o problemas con su respiración. Hans Castorp, el protagonista, hace una visita a su primo Joachim Ziemssen que está recluido durante un tiempo por un pequeño problema en su pulmón. El inicio del libro trata de como Hans mira el comportamiento de la gente que habita en el hospital de un modo tal que los mira ajenos: con tal el estará en ese lugar solamente tres semanas. Pero al final de la tercera semana comienza a sentirse mal, se hace unos exámenes y resulta estar enfermo también. Inmediatamente su perspectiva cambia.
Sus tres semanas se convierten en años, y se acostumbra tanto a la vida en el hospital que la noticia de su dada de alta le hubiese producido pavor. Su primo sale finalmente, no por recomendación médica sino por propio principio ya que desea ardientemente ser soldado. Al poco tiempo vuelve y ambos sienten el cambio de papeles: Joachim es quien visita a Hans. Posteriormente Joachim muere.
Pero sin duda lo más interesante del libro son las conversaciones y discusiones que un italiano también recluido llamado Settembrini entabla con los protaginistas. Posteriormente aparece otro personaje, Naptha, que es lo opuesto a Settembrini. Uno es un humanista por todos los lugares y el otro es un jesuita conservador. Ambos intentan adoctrinar al joven Hans y buena parte del libro se va en estas discusiones.
Hay también una medio historia de amor. Una rusa llamada Clawdia, que se sabe que es casada pero no se le conoce al esposo. Con juegos de miradas y cosas parecidas pasan ambos mucho tiempo hasta que finalmente Hans decide armarse de valor y hablarle. El día que lo hace es el día previo a la partida de Clawdia (claro, Hans no lo sabía), pero le promete volver. Una de las razones por las que Hans no quiere abandonar el sanatorio es por la esperanza de ver volver a Clawdia. Y con los años esta vuelve, pero acompañada de un tipo que resulta ser una personalidad.
Aunque un poco pesado definitivamente es un libro que vale la pena leer, y en su mayor parte da gusto leer.
Luis H. Fernández
luishernan@gmail.com
Recuerdo mis primeros contactos con la Web. La primera página que visité fue la de MTV en 1997 en casa de un amigo. Al poco tiempo la revolución llegó al colegio y había que estar haciendo cola para poder hacer uso de una de las máquinas que tenían conexión a la red. No olvido que un profesor se puso rojo al preguntarle sobre la naturaleza de las páginas que estaba visitando porque en su historial había un sitio “hotmail.com” que sonaba a algo extraño. Al año siguiente ya mandaba mis primeros mails y recuerdo que estando de viaje me comunicaba con mi familia por este medio.
En 1999 comenzaron las ofertas del acceso gratis, lo único que había que pagar era el tiempo usado por el teléfono. Pero ese único se convirtió en una gran cantidad debido a la gran cantidad de horas que pasaba conectado en Internet. Recuerdo querer investigar sobre tantas cosas, especialmente sobre esos sitios que aparecían en las revistas de computación que tanto me gustaban. Pero me impresionaba la cantidad de cosas que había en internet. Con un poco de paciencia podía encontrar cualquier cosa. Pero no pasaba de ser un juego.
Luego apareció el chat y los clientes de chat. Por un par de meses me emocionaba meterme a conocer nuevas culturas a través de personas que estaban conectadas en el otro lado del mundo a un chat client igual que el mío. Eran los tiempos de ICQ, Yahoo y más tarde MSN (que no entiendo como pudo quedarse con la mayor parte del mercado).
Y luego comenzó la Universidad. Ya Internet no sólo era un juego, era el lugar en el que podía encontrar esas canciones que durante tiempo había querido. En la Universidad había una muy buena conexión así que comencé mi amistad con Napster y a bajar todo lo que pudiese. Recuerdo un amigo tenía una grabadora de Zips y en mi casa tenía una lectora, así que en tandas de 100MB podía llevar mi nueva música a mi casa. Al año ya había quemadoras de CD baratas y el método cambio.
Comenzaron las primeras investigaciones y trabajos. De pequeño iba con cierta frecuencia a la biblioteca para buscar los temas que en el colegio me asignaban. Un día apareció la Encarta y pare de hacerlo tan seguido. Pero sucedía que muchas cosas que necesitaba investigar para la universidad no estaban en la Encarta (y en la biblioteca ni en sueño). Entonces recurría a Internet. La paciencia y los métodos de investigación poco a poco se fueron puliendo.
Y hoy que lo miro en retrospectiva me pregunto: ¿cómo hubiese podido estudiar sin Internet? Creo que la importancia de la web como medio de investigación llegó a ser tal que sobrepasó a mis libros de texto. En mis primeros años escuché muchas veces sobre la veracidad de los textos encontrados en Internet, pero ahora puedo decir que mucho de lo que sé, especialmente en cuanto a vida profesional, lo aprendí (literalmente) en internet.
Lo que comenzó como un juego se convirtió en un gran maestro, y una herramienta de trabajo de gran valor. De hecho sin Internet no tendría en qué trabajar. ¿Pero que nos depara todavía la web? No sé, pero lo que sea estoy seguro que lo haremos tan nuestro como lo es hasta ahora. Es asombroso como es hasta cierto punto más necesario tener acceso al email que al teléfono.
luishernan@gmail.com
Así es mis amigos. Desde hace unos días soy de los del ejército Mac. La legendaria manzanita por fin pudo seducirme, y he de decir que estoy muy complacido con ella. Dudo que hace un año me hubiera imaginado con una Mac, nunca me llamaron la atención, pero un par de personas por ahí lograron convencerme, y digo, afortunadamente me convencieron.
Luego de la acostumbrada emoción que se siente en el lapso que transcurre de ordenar algo y que ese algo llegue, finalmente pude llegar a casa y abrir mi nueva MacBook negra. Hasta fotos le tomé. La encendí y comencé a ver sus primeros prodigios. La interfaz gráfica simplemente encanta, seduce. Estuve durante algún tiempo jugando con la máquina: la cámara iSight que viene incorporada, las funcionalidades Bluetooth, su uso del Wifi, los 17 GB de software que trae, etc. Terminado el encanto por las cosas nuevas, me empezó a llegar la idea: ¿Qué ventaja tiene Apple OS sobre Ubuntu?
Con unos cuantos tips de usuarios Mac, rápidamente me comencé a acostumbrar, y debo decir que estoy contento por haber comprado esta maquinita. Primero que todo la integración hardware/software es magnifica. Realmente es una gran ventaja que el sistema operativo esté bien pegado al hardware: se siente miles de rápido, no hay problemas de drivers, etc. El hecho de que la interfaz gráfica esté pegada al OS también es una gran ventaja. A diferencia de Linux, donde es necesario correr X o alternativos, y que son unos elefantitos, el que esté pagado hace que todo sea y se sienta más rápido. Claro, Windows tiene también más o menos la interfaz gráfica pegada al OS, pero en cuanto a funcionalidad no hay competencia. Tal vez vista nos sorprende.
Luego de estar en el mundo Linux durante muuuucho tiempo, me acostumbré a las aplicaciones Open Source, GPL y compañía. Puedo decir que no me hizo falta nunca, especialmente el último par de años, una aplicación necesaria. Con la gran ventaja de que todo el software, absolutamente todo, era código abierto y sin costo, mi compu anterior tenía todo lo que necesitaba y más, mucho más. Pero adentrándome un poco en este nuevo paraje, he podido descubrir que afortunadamente existe todo el software que deseo para Mac, y hasta ahora eso me tiene contento. En otro Blog escribiré sobre alguna de las apps que más me han gustado.
Conclusión: Mac en Intel definitivamente vale la pena. Con la RAM necesaria el todo corre precioso, no hay pantallazos azules, se disfruta de una visualización que aparte de muy bonita está muy bien diseñada y pensada. Con un poco de costumbre se puede volver uno bien productivo. No sé, por ahora creo que estaré unos buenos años en el mundo Mac y Mac OS.
En la entrada anterior se pudieron dar cuenta que tomé la desición de utilizar un Wiki para organizar mi conocimiento, y de cierta manera también como un PIM. Como cualquier cosa nueva que uno conoce, me he puesto a investigar en el tema. Increíble, simplemente increíble. Es un mundo esto. Hay una cantidad de wiki engines increíble, enfocados para mil cosas diferentes, con plugins para lo habido y por haber. Para el site de jóvenes libertarios me puse a buscar muchos CMS‘s y me asombró la cantidad de opciones que hay. Pero esto del wiki es otra historia. Hay tantos, tantos, tantos. Unos guardan en base de datos, otros en archivos de texto. Algunos lo usan como blog, otros como CMS, otros como groupware, otros como foro, otros para intranets….uhhh hasta donde la creatividad te de. Para que se den una idea visiten este sitio.
Inicialmente estaba usando Mediawiki, pero me tope con un problema: quiero que haya partes del wiki privadas. De hecho mi investigación nació ahí. Luego descubrí que puedo reemplazar a PowerPoint haciendo presentaciones de mis Wiki, que puedo exportarlos a PDF, que puedo hacer interwikis. La cosa es que finalmente me topé con muchos wiki’s que manejan usuarios por meido de ACL. Esto me ayudará mucho. El punto ahora, es ¿Cuál wiki instalo? Me llamó mucho la atención Twiki, pero mi hosting es un dolor de cabeza instalarlo porque está escrito el Perl. Así que TikiWiki pasó a ser el siguiente en la lista de posibles. Este paquetito de software es increíblemente completo. Pero lo completo trae complejidad. Quisiera utilizarlo, todo dependerá del tiempo que tenga para meterme en él, porque tiene miles de opciones: desde photoblog, blog, cms, slideshows, exportar a lo que quiera, groupware, calendarios… y todos estos en la instalación original. Aparte hay no se cuántas decenas de plugins de cosas bien interesantes.
Otro que me llama la atención por lo sencillo es DokuWiki. Hace casi que todo lo que quiero. El problema es que al saber que existen cosas comoTwiki o TikiWiki, uno quiere probar y ver como usa todos los features que trae. Ya veremos. Lo que sí estoy seguro es que tendré que dejar MediaWiki porque no tiene estos features. No porque sea malo, sino porque está diseñado para eso: compartir información. Y yo quiero compartir información, pero algunas cosas quisiera que quedaran sólo para mí. Otro punto importante es la facilidad de uso. Chaclan comentaba en el post pasado que uno de los problemas es el tiempo. Y tiene toda la razón, por ello quiero que mi configuración final sea algo fácil de usar, intuitivo para mí, de tal manera que me sea más cómodo escribir algo en el wiki que en Jreepad o en mi cuadernito.