Cultiva la habilidad de enfocarte

 

Hemos visto en posts anteriores la importancia del enfoque. Para hacer un buen trabajo en cualquier área, aparte de tener un objetivo claro, es necesario cultivar la capacidad de enfocarte. Y quiero hacer énfasis en la palabra cultivar, o desarrollar, o crecer, o formar, porque la capacidad de enfoque es una habilidad que -como cualquier otra- se obtiene a base de práctica, repetición y ejercicio. No creas que podrás lograr ser una persona enfocada de un día para otro. Claro, sin duda ahora tienes cierta capacidad de enfoque para ciertas disciplinas, pero si quieres lograr grandes cosas debes mejorar esta capacidad. 

 

Read more Cultiva la habilidad de enfocarte

Trabajo Duro

“El trabajo duro es la clave del éxito”, “todo se puede lograr con trabajo duro”, “para conseguir lo que quieres hay que trabajar duro” son sólo algunas de las frases que siempre nos han dicho sobre el “trabajo duro”. Pero siempre he creído que estas frases, aunque muchas veces acertadas, son incompletas porque dejan en el aire una pregunta importante: ¿qué es el trabajo duro? 

En alguna entrada futura hablaremos de lo importante de alimentarnos con mensajes claros, pero en el caso específico del “trabajo duro” es uno de los que más me ha interesado por mucho tiempo. Supongámos que un día nos levantamos con las ganas de mejorar muchas cosas, de tomar el camino de la superación personal. Uno de esos días en los que queremos cambiar el mundo y nos queremos cambiar a nosotros, donde las ganas no nos faltan y estamos listos para lo que se venga enfrente. Luego de levantarnos, bañarnos, desayunar y tomar el primer café nos decidimos a “trabajar duro”. Y entonces ¿ahora qué hacemos? ¿Cómo comenzamos con el trabajo duro?

 

Read more Trabajo Duro

Las cosas que compras

 

En un mundo donde se nos ha enseñado que todo se puede comprar, recordemos que:

Las cosas que compras no te harán más inteligente. 

Las cosas que compras no te harán exitoso. 

Las cosas que compras no te harán más atractivo. 

Las cosas que compras no te harán más popular. 

Las cosas que compras no te harán más feliz. 

 

Read more Las cosas que compras

Características de una buena meta

Leyendo el libro Goals, de Brian Tracy, toca un tema que me parece muy importante, que es cómo adquirir la habilidad de proponerse buenas metas. Todos en algún momento de la vida nos hemos propuesto una o varias metas, pero muy pocas veces nos hemos puesto a pensar sobre las metas en sí, sobre cómo una buena meta puede ser mala o buena, sobre qué características debe tener una meta para que sea viable, o para que sea realmente meta. En un post futuro hablaré de la necesidad imperante de imponerse metas, pero ahora quiero hablar sobre las características que una meta debe cumplir. 

Un primer paso importante es saber distinguir entre una meta y un sueño. Tener una vejez feliz, o tener una familia estable, no es necesariamente una meta. Ganar mucho dinero tampoco lo es. Estos son más bien sueños, o anhelos. Los sueños no son malos, al contrario, son el combustible para mucha de las cosas que hacemos. Pero caer en el error de confundir una meta con un sueño sí es algo grave. Porque ¿cómo vamos a saber que tenemos una vejez feliz, o una familia estable o que ganamos mucho dinero?

Los sueños nos dan una guía, un norte. Nos dicen por dónde queremos llegar, y sobre todo, nos dicen por qué. Para cumplir nuestros sueños necesitamos discernir las metas necesarias para llegar a donde queremos, y esas metas son las que nos irán llevando por el camino correcto. Las metas son fruto de un diseño interno, un diseño que define una voluntad de a dónde queremos llegar. Las metas son más mundanas, por llamarlas de alguna manera, en el sentido que especifican, aterrizan nuestros sueños y deseos. No podemos tener metas claras sin sueños, y no podemos cumplir nuestros sueños sin metas claras. Es un círculo que se autoalimenta a sí mismo, o si no se hace bien, se autodestruye a si mismo. 

 

Read more Características de una buena meta

Enfócate en comenzar, no en terminar

Desde pequeños se nos educa a pensar "tienes que terminar todo lo que comienzas", que no es una mala afirmación, sin embargo es bastante peligrosa. Es bastante peligrosa porque nos enfoca en la *necesidad* de terminar, en el *deber* terminar, pero no envía el mensaje implícito del cómo y del por qué. Todos sabemos que hay muchas cosas que comenzamos que no podrán ser terminadas. Incluso hay muchas cosas que no deben ser terminadas. Estas afirmaciones también esconden el deleite de hacer las cosas, no importando si llegan a su fin. 

El otro gran riesgo de este tipo de afirmaciones es que pueden conducir fácilmente a la procrastinación. ¿Por qué? Porque pueden enviar el mensaje equivocado a nuestro sistema: "hay que terminar", y cuando una faena es muy grande, o muy complicada, ese *deber* terminar se convierte en una gran carga emocional y psicológica que puede sabotear el deseo de realizarla. 

 

Read more Enfócate en comenzar, no en terminar